Angustia Cuarta
Federico
Toco a la puerta de un romance.
-No anda por aquí Federico?
Un papagayo me contesta:
-Ha salido.
Toco a una puerta de cristal.
-No anda por aquí Federico?
Viene una mano y me señala:
-Está en el río.
Toco la puerta de un gitano.
-No anda por aquí Federico?
Nadie responde. No habla nadie…
-Federico! Federico!
La casa oscura, vacía;
negro musgo en las paredes;
brocal de pozo sin cubo,
jardín de lagartos verdes.
Sobre la tierra mullida
caracoles que se mueven,
y el rojo viento de julio
entre las ruinas, meciéndose.
Federico!
Dónde el gitano se mueve?
Dónde sus ojos se enfrían?
Dónde estará, que no viene!
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